Todo lo que no debes hacer en una entrevista de trabajo

Ya es suficientemente complicado que te seleccionen para una entrevista de trabajo como para quedar fuera del proceso a las primeras de cambio por errores que podemos evitar. Estos son los fallos más habituales.

Generalmente concedemos una importancia elevada (que tiene) a poseer un currículum lo más presentable posible, preparamos muy bien los contenidos de los envíos para las solicitudes de empleo, sin embargo, tal vez no preparamos tan bien algo fundamental como son las entrevistas de trabajo.

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entrevista de trabajo

El último filtro

Con muchas probabilidades cuando se nos convoca a alguna de estas entrevistas estamos ante el último filtro previo a poder obtener un empleo. Aunque competiremos con otras personas cuantitativamente la competición ya resulta más sencilla, y, teóricamente nuestro porcentaje de posibilidades de alcanzar los objetivos aumenta.

Pero, es sabido, que para muchas personas las entrevistas de trabajo son un escollo realmente complicado. Habitualmente se imparten consejos sobre lo que se debe hacer en estas entrevistas. Siendo correcto, lo cierto es que cada persona es diferente y cada entrevista debiera serlo, por lo que parece más adecuado resaltar lo que no se debe hacer que imponer una serie de consejos en exceso rígidos que pueden no resultar adecuados para todos los perfiles.

Lo que no debo hacer antes de la entrevista

 Antes de la entrevista hay dos cosas básicas que no debemos hacer. La primera es de sentido común, no echar las campanas al vuelo y dar el trabajo por conseguido. Es obvio que podemos alegrarnos por haber pasado un corte en la solicitud de empleo y adquirir más posibilidades, pero, en este punto eso es todo lo que tenemos. Mantener una actitud triunfalista en exceso no sólo hará más difícil asumir un posible rechazo, sino que probablemente nos lleve a afrontar la entrevista de manera incorrecta en cuanto a los modos.

La segunda cuestión básica que no debemos hacer es mantenernos simplemente a la espera del día y la hora de la entrevista. Si ya antes del envío del curriculum no informarse sobre la empresa, el puesto de trabajo, etc es un error, ante una entrevista no recabar el máximo de información posible es un error garrafal. Puede que no obtengamos toda la información que queremos, pero cuanto más manejemos mejor será.

Lo que no debo hacer en la entrevista

Vamos a olvidar cuestiones relacionadas con la presencia física y la imagen, esto se da por sentado y se entiende que la inmensa mayoría de personas sabe perfectamente cómo no debe presentarse a una entrevista de trabajo, prefiero no somos a centrar en cuestiones más prácticas pero que a veces pasan desapercibidas y nos llevan a cometer errores.

 A la hora de comunicarte con el entrevistador es un error no calibrar bien el tipo de comunicación que mejor manejamos. Los consejos suelen decirnos que no nos excedamos en lo que hablamos pero que tampoco nos quedemos cortos, en general lo que no debemos hacer es tratar de ser quien no somos, esto es un error de bulto que aunque no lo parezca está detrás de muchos de los rechazos tras una entrevista de trabajo.

Por supuesto no debemos incurrir en errores como tonos muy agresivos en la conversación, o, exceso de confianza con el entrevistador, así como no utilizar un lenguaje coloquial en exceso y desde luego no acudir a expresiones fuera de tono.

Es muy probable que durante la entrevista surjan temas delicados, uno de ellos siempre es el del salario un ejemplo, en general no es recomendable que seas tú quien proponga los temas delicados, y en todo caso debiera ser siempre dentro de un contexto. No eres quién marca el ritmo de la entrevista, esto también es muy importante ya que muchas veces la ansiedad nos hace tratar de imponer un tempo a un encuentro que ya está muy preparado y segmentado por parte del reclutador de antemano.

Procura no recurrir a frases hechas y lugares comunes. Generalmente los reclutadores entrevistan a muchas personas y conocen todas esas frases, todas esas declaraciones de intenciones y buenos pensamientos. Es mejor ser práctico, no dejes de utilizar la información que ya conoces sobre la empresa para adaptarla a la entrevista y, sobre todo, no te dejes llevar por los nervios.

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