Vamos a conocer más sobre las denominadas habilidades blandas o Soft Skills, cada vez más importantes a la hora de encontrar trabajo.
La flexibilidad, el liderazgo, la comunicación o la responsabilidad, entre otras, se incluyen dentro de las habilidades que quedan más allá de la inteligencia y que cada vez son más demandadas por las empresas.
El mundo de los RRHH evoluciona, se adapta y toma conceptos de otros ámbitos para dar respuesta a los diferentes retos que van apareciendo en el horizonte. Desde la robotización de los puestos de trabajo, pasando por la transformación digital, hasta las novedosas formas de captación de personal. En esta última esfera los reclutadores se fijan en detalles y toman perspectivas en cuenta que antes ni se consideraban o, simplemente, no existían.
Uno de los ejemplos más recurrentes es la relevancia que han alcanzado las redes sociales, tanto para buscar trabajo como para complementar otras fuentes de información –los reclutadores no dejan de echar un vistazo a la cuenta de Facebook del candidato antes de tomar cualquier decisión-, tales como la entrevista personal o el curriculum vitae.
A ellos se unen también, como ya hemos señalado, ideas, corrientes y disciplinas que ayudan o incluso reinventan los RRHH, en especial, en lo que tiene que ver con las habilidades de los candidatos. Te contamos qué son y para qué sirven las soft skills.
Qué son las soft skills
Aunque la traducción literal de soft skills es ‘habilidades blandas’, aquélla no expresa el sentido auténtico de del concepto, tanto fuera como dentro de este contexto. Habilidades flexibles se ajusta mejor a la idea. De forma más concreta, las soft skills son ciertas habilidades más allá del cociente intelectual, relacionándose con las inteligencias múltiples y que también llegaron a la gestión empresarial. A pesar de que no hay un consenso entre los expertos, en esas destrezas se incluyen, entre otras, el liderazgo, la comunicación, la responsabilidad o la moralidad.
Para qué sirven las ‘soft skills’
Las habilidades flexibles son útiles para afrontar los desafíos competitivos que presentan los diversos sectores y mercados, así como las distintas carreras profesionales, según un trabajo elaborado por Manpower Group. De este modo, las soft skills pueden ser útiles para saber cómo motivar, dirigir y gestionar un grupo de personas o solucionar un conflicto que pueda surgir en la empresa.
Asimismo, en el entorno digital, aunque la inteligencia es importante, estas habilidades ofrecen el complemento de desarrollar los proyectos con un criterio más global y con mayor sentido. Véase el caso de los procesos blockchain.
Hard skills’ vs ‘soft skills
Las habilidades flexibles tienen su contrapunto en las hard skills. Estas últimas se basan en conocimientos adquiridos y desarrollados en las etapas de formación y durante la vida laboral. No obstante, las empresas no sólo se fijan en la visión técnica y consideran también el trabajo en equipo, la comunicación empresarial o la toma de decisiones, habilidades que se encuadran en las soft skills.
Las soft skills más demandadas
Las habilidades flexibles están empezando a ser realmente importantes en los procesos de selección. De hecho, el perfil del candidato ideal deber ser diverso y tener habilidades como la resolución de problemas, la orientación a objetivos y la colaboración, tal y como figura en el citado estudio. Además, las empresas demandan igualmente -dentro de las habilidades flexibles- la capacidad para trabajar en equipo, el aplomo y el tino para tomar decisiones, la planificación de tareas, la facilidad de relación y de comunicación, el liderazgo, la destreza en la negociación, la resolución de problemas o la organización de proyectos, entre otros.
Cómo demostrar las habilidades flexibles
Aunque de entrada puede parecer que las soft skills son difíciles de mostrar, no creas que es para tanto. En una entrevista de trabajo- en las que a veces surgen preguntas ilegales– es positivo, por ejemplo, demostrar que no tienes miedo al conflicto, a discrepar. Lo cual, evidentemente, no significa que haya que guerrear porque sí, sino cuando creas que debes hacerlo. La confianza, que no el exceso de la misma, al expresarte resulta también muy valorada. Lo mismo ocurre con que el pensamiento crítico, la ética profesional, las ganas de aprender o la empatía.
Soft skills y emprendimiento
A estas alturas no te resultará llamativo, ni siquiera un descubrimiento, que las habilidades flexibles sean relevantes para los emprendedores. Además, prácticamente en todos los estados de una empresa que nace, se desarrolla y se consolida: la comunicación o la capacidad de relación para conseguir los recursos financieros necesarios, el liderazgo para ponerse al frente del proyecto, la organización de tareas para la planificación del negocio o la capacidad para tomar decisiones, que, como es lógico, resulta crucial para cualquier emprendedor.
En muchos sentidos, las habilidades flexibles se relacionan directamente con la capacidad de aprender, de interesarse por lo desconocido y, por qué no, de emprender nuevos negocios.