La crisis generalizada y las altas tasas de paro se ceban mucho más con los inmigrantes. Es por ello que una de las conclusiones del estudio de IESE establece que la variación interanual del total de ocupados españoles e inmigrantes no permite sostener la hipótesis de un reemplazo en los puestos de trabajo de aquéllos por éstos últimos.
Se establece pues que el número total de ocupados ha sufrido un descenso de un 7,3% en un año, variación que se traduce en un 6,9% para los españoles (1.183.000 ocupaciones) y un 9,3% para los extranjeros (293.000 plazas).
Según el estudio, todos los grupos de inmigrantes pierden empleos, por lo que ninguno de ellos estaría reemplazando a españoles. Además, el grupo de extranjeros que mejor desempeño exhibe es precisamente el único al que no se vincula con empleos de baja remuneración, ya que si bien entre ellos se cuentan polacos, rumanos y búlgaros, también hay alemanes, franceses y británicos.
Entre los latinoamericanos, europeos no comunitarios e inmigrantes del resto del mundo, el número de personas con empleo tiene, en ambos sexos, un descenso más marcado que el correspondiente a españoles.
Cuatro grupos de ocupaciones han experimentado una caída en el número de personas ocupadas, tanto de españoles como de inmigrantes, aunque más marcadamente entre estos últimos.
Los grupos de ocupaciones que se comportaron así fueron los Técnicos y profesionales de apoyo, Administrativos, Trabajadores cualificados de la industria, la construcción y la minería y los Servicios personales, hostelería y comercio.
Con la crisis, se temía que muchos inmigrantes acabarían realizando trabajos por menos precio y eso sustituiría a muchos españoles que nos están dispuestos a trabajar por precios vergonzosos. Aunque no ha sido así.
Los datos sugieren que el efecto perverso de la crisis sobre el empleo no está provocando, al menos por ahora, una modificación significativa de la participación de los inmigrantes en las diferentes ocupaciones. Más que la nacionalidad, los factores más importantes para explicar la evolución de cada grupo en la ocupación serían, entre otros, el sector de actividad y el tamaño de la empresa empleadora.