Las cifras de desempleo de la mayor potencia europea no dejan de asombrarnos. La tasa de paro de Alemania no para de bajar desde que empezó la crisis, y a repuntado desde el 6,6% de junio al 6,8% de julio; movimientos exactamente opuestos a los que tenemos en España, donde la tasa de paro no cesa su escalada y solo nos da «respiros» en verano.
El pequeño repunte que ha sufrido el desempleo en Alemania, con 49.000 parados más este mes, se debe a factores temporales, con lo cual, no es preocupante. Además muestra la fortaleza del mercado laboral. Aun así, y aunque el porcentaje de paro sea pequeño, en un país con casi 85 millones de habitantes, que el 6,8% de la población activa esté en paro significa que hay 2.910.000 personas en paro.
Crecimiento económico y elecciones
Alemania ha sido junto a Francia el motor de la Unión Europea, ya que su PIB ha crecido un 0,7% en el segundo trimestre y ha conseguido un superavit en sus cuentas. La salud del mercado laboral alemán sigue siendo un activo para su canciller Angela Merkel, que se enfrenta a las elecciones parlamentarias el próximo 22 de septiembre, pudiendo ganar y encadenar su tercer mandato.
El paro en Alemania es mucho menor que en la mayoría de los países de la Unión, sobre todo si lo comparamos con las desorbitadas cifras de países como Grecia o España, donde la tasa de paro supera el 25%.
Todos estos datos no hacen más que reafirmar la buena salud de la economía alemana, que aparte de vender sus productos y servicios en Europa, se llevan también los mejores cerebros.