Pocas personas pueden decir que no han estado en paro y menos son las que pueden afirmar que no tiene ahora algún familiar o amigo sin trabajo. Ante esta situación las personas tendemos a mostrar nuestra disposición para ayudar y es elogiable, pero hay que saber hacerlo para que el remedio, nuestra ayuda, no sea peor que la enfermedad, el agobio de esta persona por no tener trabajo. José Jiménez Alonso es responsable de recursos humanos y tiene un blog llamado http://www.orientacionparaelempleo.com En él trata de ayudar a las personas a mejorar su situación laboral y ha escrito un artículo muy interesante: ¿Cómo ayudar a un familiar desempleado?
Afirma Jiménez Alonso que, y esto ya lo sabes, es un tema complejo y delicado. Nadie es igual y cada uno reaccionamos de una manera diferente ante las dificultades con distintas necesidades. Puede haber a quien le afecte más emocionalmente y a quien no le importe tanto estar en esa situación. Debemos medir bien nuestra palabras para que no parezca que no entendemos el momento por el que está pasando (incomprensión), pero dejando a la persona aire para manejar la situación a su manera (no involucrarnos demasiado). Esto significa no agobiar. Ofrecer nuestra ayuda, interesarnos, pero no ser pesados con el tema. Por ello, el autor recomienda neutralidad y normalidad. No vamos a dejar de hablar de nuestro trabajo y tampoco vamos a obligarle a mandar 100 curriculums al día. Es difícil pedir ayuda y por eso debemos estar atentos a la señales.
Otra de las cuestiones en las que podemos ayudar y apoyar a nuestro familiar es en que no se martirice más de lo que merece. Evitar el victimismo. Hacer autocrítica, sí, hablar mal de uno mismo o buscar todo tipo de culpables por la situación, no. Hay que apoyar al parado, mostrarle tu cariño e intentar insuflarle algo de optimismo, de positivismo. La negatividad no trae nada bueno, ni va a solucionar el problema. Por eso ayúdale a sentirse útil, a valorar las cosas que hace. Incluso puedes animarle a seguir su carrera creando un proyecto propio, pero con cabeza, o a crear un blog, que es una actividad que llena el depósito de la autoestima, le mantiene activo y puede ayudarle a encontrar trabajo.
A la hora de tratar con personas que se encuentran en paro hay que trabajar para que no se sientan aisladas. Ten en cuenta que más del 50% de las relaciones que mantenemos a lo largo del día son en el trabajo. Si no tienes trabajo puedes llegar a sentirte solo. Como familiar o amigo, queda con él, realizar actividades juntos. No tiene porqué ser tomar un café o salir a cenar. También puede ser ver una película en casa o salir a correr o pasear. Esto enlaza con la necesidad de que esta persona se vea bien. No dejes que se convierta en un dejado, todo el día en pijama, en casa. Otra vez la actitud. Verte bien, tener buenas sensaciones atrae cosas buenas. Y sí, claro, luego puedes tirar de agenda y tratar de ayudarle, pero él o ella también. Es importante que tenga una buena actitud ante la situación y la búsqueda y que nosotros le animemos a no desistir. Al fin y al cabo, todo se resume en intentar ayudar, no dejar a la persona sola, no agobiar, animar y ejercer de familiar o de amigo.
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