Las nuevas directrices sobre financiación abierta buscan impulsar la inclusión financiera

En el día de la fecha, una coalición de organizaciones internacionales ha lanzado directrices de alto nivel para las autoridades públicas que buscan aprovechar las finanzas abiertas para acelerar los servicios financieros digitales y la innovación y aumentar el uso de una gama más amplia de productos financieros.

Junto con la inversión en infraestructuras públicas digitales y los esfuerzos en curso para llegar a los 1400 millones de personas en todo el mundo que aún no tienen acceso a una cuenta para transacciones básicas, las finanzas abiertas se erigen como la próxima frontera a superar para el crecimiento del sector de los servicios financieros. El 76% de la población mundial ya tiene acceso a una cuenta financiera y las finanzas abiertas pueden ampliar su uso y aumentar los beneficios que los clientes obtienen de los servicios financieros.

Su Majestad la Reina Máxima, Defensora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Salud Financiera (UNSGSA), afirmó que, a medida que se generaliza la financiación abierta, existe la oportunidad de configurarla de forma que beneficie a todos, especialmente a quienes hasta ahora han estado excluidos o desatendidos desde el punto de vista financiero.

“Aunque hemos hecho grandes progresos en la ampliación del acceso a las cuentas financieras, queda mucho por hacer para garantizar que las personas utilicen de manera activa y se beneficien de una amplia gama de servicios financieros que satisfagan sus complejas necesidades financieras, incluidos los productos de ahorro y seguros”, declaró la Reina Máxima, UNSGSA. “Con los datos adecuados y las salvaguardias de los consumidores en su sitio, las finanzas abiertas pueden desempeñar un papel transformador en la profundización de la inclusión financiera y la mejora de la salud financiera de los consumidores”.

“Si las finanzas abiertas se hacen bien pueden cambiar las reglas del juego, al permitir ofrecer servicios financieros a personas que tradicionalmente carecían de ellos”, declaró Ajay Banga, presidente del Grupo del Banco Mundial. “También podría suponer una gran ayuda para las pequeñas empresas. Estamos trabajando con los países para promover las finanzas abiertas y ayudarnos a alcanzar nuestro objetivo de proporcionar a 80 millones más de mujeres empresarias el capital al que actualmente tienen poco acceso”.

En un sistema financiero abierto, el cliente puede dar su consentimiento a una institución financiera para que comparta sus datos con otras instituciones financieras sin necesidad de contratos bilaterales. De este modo, se reduce la asimetría de información entre instituciones y se fomenta un mercado más competitivo para que surjan productos, servicios y modelos de negocio nuevos e innovadores. Así, los clientes, incluidas las mujeres, las microempresas y pequeñas empresas (pymes), pueden comparar y elegir más fácilmente los proveedores y productos de servicios financieros, seleccionando los que mejor se adaptan a sus necesidades individuales.

Las finanzas abiertas también pueden conllevar nuevos riesgos, incluso mayores. A medida que se intercambian más datos entre los proveedores del sector financiero, aumenta el riesgo para la seguridad, la protección y la privacidad de los datos de los consumidores. Por ello, las directrices de alto nivel instan a las autoridades públicas a adoptar un enfoque que equilibre la protección de los consumidores con el fomento de la innovación.

“La entrada de nuevos agentes financieros puede impulsar la innovación y la competencia, pero también crea retos en materia regulatoria”, expresó la directora general del FMI, Kristalina Georgieva. “La competencia puede estar en peligro si los agentes dominantes de otros sectores pueden acceder a los datos financieros sin compartir los suyos. Las autoridades públicas tendrán que supervisar muy de cerca el ecosistema para garantizar que cumple los objetivos políticos”.

Agustín Carstens, director general del Banco de Pagos Internacionales, declaró: “Las finanzas abiertas son muy prometedoras en cuanto al fomento de la innovación y la competencia, para capacitar a los clientes y mejorar la inclusión financiera. Pero sus beneficios solo pueden materializarse si van acompañados de una regulación y unas salvaguardias adecuadas. Este esfuerzo conjunto por esbozar las consideraciones clave para las finanzas abiertas contribuirá al diseño y la aplicación de marcos sólidos”.

Conocidas como las «Consideraciones clave para las finanzas abiertas», la elaboración de estas directrices estuvo dirigida por el CGAP en colaboración con el Banco de Pagos Internacionales (BPI), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Oficina del Defensor Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Salud Financiera (UNSGSA) y el Banco Mundial.

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– Business Wire