Es hora de viajar, de ir a la playa, a la piscina o simplemente descansar sin hacer nada, pero ¿puede nuestra cabeza desconectar del trabajo? Eso ya es más complicado y mucho más ahora con las nuevas tecnologías en casa y allá dónde vayamos.
Un estudio de Randstad establece que uno de cada cuatro trabajadores no desconecta durante sus días de descanso. Esto significa que si bien el 75% consigue romper en más o menos tiempo con su rutina diaria, todavía hay un 25% de empleados que sigue pensando en el trabajo durante la totalidad de sus días de asueto. De los que sí consiguen desconectar, uno de cada cinco trabajadores necesita al menos dos semanas (19%).
Y es que hay personas que, aunque estén de vacaciones, mantienen una relación permanente con la empresa, sea a través de Internet y ordenador o del teléfono. Eso se acentúa todavía más si somos propietarios de una empresa o tenemos a nuestro cargo un grupo de personas o somos profesionales autónomos, donde el relax nunca empieza.
Un 75% de encuestados logra desconectar a medida que sus vacaciones avanzan. Sin embargo, la edad, así como las responsabilidades y tareas asociadas que suelen acompañar a cada generación en cada momento, apunta a un factor determinante a la hora de ayudarnos a disfrutar más o menos de los días de descanso. Así, los trabajadores de edades de 30 a 45 años es cuando más les cuesta desconectar.
Psicólogos, médicos, educadores y especialistas en Recursos Humanos se ponen de acuerdo cuando señalan que durante el tiempo festivo hay que desconectar de todo trabajo y relajarse. Nos hace alejarnos del estrés y sumar fuerzas para llegar renovado y con ganas a las actividades laborales cuando se acaben las vacaciones.