El desempleo da un respiro al país vecino, y es que tras las sucesivas crisis de gobierno y las amenazas de quedarse sin presidente y sin rumbo, han conseguido salvar los muebles. Portugal, un país que día a día sufre la dureza de las reformas y cuyo nivel de desempleo ha mantenido un imparable crecimiento sostenido, ha visto como los números mejoran notablemente.
La tasa de paro se ha reducido del 17,7% registrado en el primer semestre al 16,4% del segundo. Es el último signo de brotes verdes en el país vecino, que parece retomar la senda de la creación de empleo. Los mandatarios portugueses esperan que los datos económicos sean suficientemente buenos para convencer a los inversores de que es el momento idóneo para invertir en los baratísimos activos que ofrece el maltrecho viejo continente.
Portugal ha pasado por uno de los programas de recortes y cambios estructurales más salvajes de toda Europa, que aunque ha empobrecido a la población, parece que empieza a dar los frutos esperados.
Dicho esto, es difícil pasar por alto los continuos problemas en Portugal. Los bancos de Portugal seguirán contabilizando más y más préstamos incobrables en sus libros de cuentas hasta el 2014, según los analistas de la agencia de rating Fitch. Pero, Tal vez sea la debilidad de su gobierno la que más hace temer a los mercados, que en caso de que cierren el grifo, ahogarían al país, ya que vive de los sucesivos rescates de la Unión Europea.
Por la senda de España, pero mejor
España ha gozado de una reducción del paro cuantiosa durante el segundo trimestre del año, al igual que el país luso. De todas formas, los datos son mucho mejores allí, ya que partían con una tasa de paro mucho menor, en torno a un 10% más reducida. Pero es que además, la caída del desempleo ha sido mucho más acusada en Portugal, pese a que España muestra una mayor fortaleza y estabilidad gubernamental dada la mayoría absoluta de la que goza el Gobierno y de la que gozará todavía en los próximos dos años.