A través de Mename nos llega una curiosa historia que ilustra perfectamente la importancia de gestionar la marca personal en internet o, por lo menos, cuidar lo que se escribe en la red. En la mayoría de los casos los comentarios que los usuarios vierten en la red son públicos. Es decir, están al alcance de cualquier persona. Las redes sociales no son una excepción (sobre todo para quienes no configuran adecuadamente sus opciones de seguridad) y por eso hay que vigilar los mensajes que se ponen y a quien se critica.
La historia en cuestión narra como una chica se quedó sin trabajo por un comentario en Facebook criticando a su jefe. La respuesta de este no se hizo esperar y, además de poner en evidencia su profesionalidad, la fulminó en el acto. Un despido online. Y es que la web 2.0 es un arma de doble filo desde un punto de vista laboral. Las redes sociales constituyen una importante fuente de oportunidades de trabajo y no hay mejor ejemplo que los blogs. Un buen blog puede atraer a empresas que buscan talento, pero también puede actuar de forma contraria y disuadir a posibles empleadores. Como explican en Aprendemas.com, internet 2.0 ha cambiado las normas del mercado laboral y es imprescindible saber qué es lo que dice de cada uno y, sobre todo, hacer un uso apropiado del mismo.
Un primer paso para controlar la marca personal en internet es configurar adecuadamente las opciones de privacidad en las redes sociales y diferenciar entre trabajo y amigos. El segundo sería rastrear la presencia en la red a través de Google y asegurarse de que no hay contenidos inapropiados o que puedan dañar el potencial laboral (videos, fotos o comentarios comprometidos). En cualquier caso se trata de empezar a pensar en Internet como una fuente de información sobre cada persona, una especie de curriculum adicional que también se debe cuidar.