Desempleo y enfermedades profesionales

Mucho se ha hablado en los últimos años, en la medida en la que el paro iba creciendo nuestro país y la búsqueda de trabajo se convertía en una empresa difícil para millones de españoles, sobre el hecho de cómo la situación de desempleo afectaba incluso a la salud de las personas que, se veían sometidas a la presión de buscar trabajo en un entorno francamente hostil a tal efecto.

De hecho, se venían a encontrar puntos de coincidencia con trastornos relacionados con profesiones de alta exposición al estrés, que si bien, desde la perspectiva profesional podría ser considerados como enfermedades profesionales, obviamente desde la óptica de una persona en paro sólo se consideraban como efectos colaterales del desempleo.

Autónomos y desempleo

 

Sin embargo, si hacemos una lectura rápida de los informes sobre enfermedades profesionales en los últimos años, y, nos detenemos, precisamente en los efectos del estrés, vamos a ver qué el aumento del porcentaje de trabajadores en activo con problemas de salud relacionados con la tensión en el trabajo se ha multiplicado de manera exponencial.

Dentro de las causas de este estrés laboral, continúan existiendo por supuesto las habituales relacionadas con ruidos, y presión del entorno laboral, sin embargo, se abre paso como motivante generalizado de otros síntomas, una suerte de síndrome, que aún nadie define como tal, que tiene que ver con el miedo a la pérdida del empleo.

Ya en algunos informes del año 2011, encontrábamos por ejemplo, que entre las personas con trastornos por estrés que se mantenían en activo profesionalmente, cuestiones como cumplir con las tareas encomendadas, el miedo a la pérdida del puesto, y las cargas de trabajo, superaban de lejos a otras cuestiones anteriormente más relacionadas como podían ser la presión empresarial, el entorno laboral o incluso el exceso de trabajo.