El SEPE pago 15.578 millones de euros en la primera mitad del año para cubrir las prestaciones y subsidios por desempleo. Un 1,8% menos que el gasto realizado en la primera mitad del 2012, siendo esta la primera vez que se reduce desde 2010.
Pese al descenso, el Gobierno de España reservo 26.721 millones de euros para pagar todas las ayudas al desempleo en 2013 y en medio año ya se ha consumido el 58,2% de lo presupuestado. Esto hace pensar que el Gobierno gastará cerca de 30.000 millones en dicha partida. De hecho, el Ministerio de Hacienda habilitó una línea de crédito extraordinaria de 5.800 millones de euros para cubrir dicha desviación y algunas bonificaciones al empleo y a la formación. Todo esto no hace más que engordar el ya abultado déficit.
Choca que el gasto en ayudas a desempleados se reduzca cuando el número de parados en junio de 2013 era de 148.000 personas más en comparación al mismo mes de 2012. La explicación a esto viene de que muchos parados han agotado ya el periodo máximo de derecho a la prestación, que es de dos años. Según los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre, un tercio de los parados lleva más de dos años desempleado y la cifra no deja de crecer.
Los parados que hayan agotado su prestación pueden acogerse al nuevo Plan Prepara, que les proporcionará 400 euros siempre y cuando no tengan empleo y tampoco ingresos superiores a 481 euros al mes.
Otro de los factores determinantes en la disminución del gasto en ayudas al desempleo han sido los recortes incluidos por el Gobierno de Rajoy durante este verano. Con lo cual, la mezcla de los dos factores han llevado a que la proporción de parados que reciben algún tipo de ayuda caiga hasta el 62% de todos los desempleados. No se había dado un porcentaje tan bajo desde el año 2004, aunque en aquella época, la situación era bien distinta, ya que el desempleo era de en torno al 11%.