Las cifras del paro en los títulos universitarios de nuestro país han ido aumentando a lo largo de los últimos seis años en un crecimiento muy notable. A pesar de la distancia que proporcionalmente sigue existiendo a favor de los titulados con respecto al resto de grupos que integran el conjunto de desempleados en nuestro páis sigue siendo favorable a los primeros con amplia diferencia, nuestro país también se encuentran el furgón de cola en lo que se refiere a empleo para formación superior.
Según el informe de la OCDE Panorama de la Educación 2014 la media de esta tasa en nuestro país se sitúan el 14% mientras que, la tasa de paro no universitarios en la OCDE se sitúan en 5%. A efectos prácticos, además de la diferencia evidente, esto significa que en nuestro país el riesgo de desempleo no queda reducido como en el ámbito europeo gracias a las titulaciones superiores.
Realmente lo único que estas cifras traducen es el enorme nivel de diferencia a todos los efectos en todos los tramos que tienen que ver con el desempleo y la educación, ya que, si en este caso prácticamente se triplica la media europea, en el caso de las personas que no han superado los estudios básicos, la media europea cifra la tasa de desempleo en un 13.6% mientras que nuestro país supera el 30%.
En la presentación de este informe la secretaria de Estado de educación atribuye esta realidad al hecho de que nuestro país la protección en relación a la contribución de la formación cara al empleo es significativamente menor, aunque, también habría por supuesto que tener en cuenta los factores de destrucción de empleo acumulados desde el año 2008 que, proporcionalmente han alcanzado todos los diferentes perfiles profesionales.
En definitiva, un dato más a los muchos negativos que debemos sumar en relación al empleo en nuestro país, pero que, no debe hacernos perder la perspectiva de que la relación entre más formación más posibilidades de empleo sigue vigente y sigue siendo una realidad.