La economía estadounidense sigue ofreciendo algunos síntomas positivos. Aunque por vigésimo mes consecutivo el número de parados volvió a subir en agosto, lo hizo a un ritmo menor que el mes anterior. En concreto, se destruyeron 216.000 empleos frente a los 276.000 de julio según los datos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
La cáida es menor que las previsiones de los analistas y sitúa la tasa de paro en el 9,7% desde el 9,4% del mes anterior. Aunque la tasa de paro es la mayor desde 1983 el dato sigue siendo positivo, sobre todo teniendo en cuenta que a principios de año se registraban hasta 700.000 nuevos parados al mes.
El sector industrial ha sido uno de los más afectados con 63.000 nuevos parados, 15.000 de los cuáles se registraron en el sector de la automoción. La construcción también ha sufrido una caída importante con 65.000 personas, en tanto que el financiero acumuló 28.000 bajas. Sin embargo, la estrella de las caídas fue el sector servicios, que generó 80.000 parados. La nota positiva la aporta educación y servicios sanitarios, donde se generaron 52.000 nuevos puestos de trabajo.
El informe también muestra un aumento de los salarios por hora en 0,06 dólares hasta los 18,65 dólares, un 2,6% más que el año anterior.