España volverá a contar con más de 3 millones de parados (3.027.000), lo que superará en más de un 40% las previsiones para Reino Unido (1,87 millones de desocupados), Italia (1,97 millones de parados) y Francia (2,16 millones de parados), a pesar de que los tres países cuentan con más de 60 millones de habitantes frente a los 45 millones de nuestro país.
Éstos son los datos que se desprenden del informe laboral IESE-ADECCO. El Euroíndice compara la situación de los distintos mercados laborales europeos ponderando cuatro componentes: ocupación, que mide la creación de puestos de trabajo, adaptabilidad del mercado a los cambios de su entorno, apertura a los grupos de trabajadores considerados vulnerables y rendimiento, la relación entre las variaciones del salario real y la productividad.
Los siete países que forman la muestra son Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España, Portugal y Polonia, que representan más del 75% de la población y del PIB de los 25 miembros comunitarios.
La evolución reciente del EIL señala un deterioro en el estado de la situación del mercado laboral europeo. Su puntuación, ahora de 72,8, ha disminuido en comparación con el trimestre anterior por segunda vez consecutiva. Si la comparación es interanual, el descenso es de un 1%, el primero que se registra en tres años.
Los motivos de esta mala evolución son que el número de ocupados exhibe su menor incremento de los últimos cuatro años, mientras que la tasa de desempleo permanece igual que hace un año, interrumpiendo la serie de recortes que se había iniciado en 2004. Al mismo tiempo, la productividad laboral presenta un avance interanual de un 0,2%, el menor en más de 10 años, lo que ha derivado en un incremento de los costos labores por unidad de producción al no poder compensar el incremento interanual de un 0,9% del salario medio real.