El paro en Estados Unidos baja al 7,4%, pero la razón de esta bajada es la contracción del mercado laboral; hay menos personas en activo. En julio de 2013 se ocuparon 162.000 puestos de trabajo no agrícolas frente a los 188.000 de junio. Aun así, el paro ha bajado del 7,6% hasta el 7,4%, situandose ahora a niveles de diciembre de 2008.
Los datos han sido peores de lo esperado, ya que se esperaba una creación de empleo en julio de entre 180.000 y 195.000 puestos de empleo. Estas previsiones no eran infundadas, ya que se apoyaban en que ese ha sido el nivel de creación medio de empleo en los últimos seis meses. Aparte, el repunte de la actividad industrial y el mejor comportamiento de la confianza apuntaban a que las expectativas se cumplirían.
La Reserva Federal anunció al hilo de los datos, que aunque la mejora gradual del mercado laboral es patente, la situación está todavía lejos de normalizarse. El equipo supervisor que preside Ben Bernanke quiere ver la tasa de desempleo más cerca del 7% antes de empezar a reducir los estímulos. Actualmente, la Fed compra deuda del estado a un ritmo de 85.000 millones de dólares al mes, y a partir de mediados de septiembre podría pasar a comprar 65.000 millones. Esta reducción podría afectar a los mercados y al crecimiento de la economía, por eso se quiere esperar hasta que el desempleo este algo más estabilizado.
La cantidad sí, la calidad no
De todas formas, los Estados Unidos de América han recuperado ya el 80% de los 8,8 millones de empleo destruidos durante la crisis. Aunque en cuantía se esté cerca de una recuperación total, en calidad los trabajadores americanos han perdido mucho. Los salarios medios se pagan por debajo de 16 dólares la hora, y la mayoría de los nuevos contratados tienen contratos temporales, ya que han sido las agencias temporales las que han promovido la contratación desde el sector privado.
También quedan otros datos negativos, y es que el paro afecta al 23,7% de los jóvenes y el 37% de los parados son parados de larga duración. Hay a día de hoy 11,5 millones de personas sin empleo en Estados Unidos.