La crisis también afecta a Europa y a los trabajadores del BCE, el Banco Central Europeo, que han decidido convocar la primera huelga de su historia debido a los cambios previstos en el sistema de pensiones el próximo día 3 de junio.
Según el BCE, la reforma del sistema de pensiones sobre la que protestan los trabajadores persigue evitar «una brecha de financiación» en el mismo debido al incremento de la longevidad de la población y a un descenso de los tipos de interés a largo plazo.
Los trabajadores no están deacuerdo con la decisión del banco de incrementar las contribuciones a las pensiones tanto por parte del propio banco como de los empleados, ni de los cambios en la manera de calcular las pensiones y se reducirán los incentivos para aquellas personas que se jubilen antes de los 65 años.
Los trabajadores de esta importantes insititución realizarán un paro de 90 minutos, aunque los sindicatos han asegurado que habrá servicios mínimos para que el banco no quede parado del todo y el día vaya transcurriendo sin haber demasiados problemas para los clientes.