Cuando hablamos de condiciones salariales está claro que hay diversidad y desigualdad sea en función del puesto de trabajo, la antigüedad, el tipo de empresa… más allá de la titulación del trabajador. Por ejemplo, dos personas que realizan el mismo trabajo están cobrando lo mismo, sin tenerse en cuenta los estudios y la experiencia de cada una de las personas, algo que a veces se olvida y que es un plus para todo tipo de empresas.
Los últimos datos apuntan a un mismo puesto de trabajo en una empresa de gran tamaño puede percibir un salario hasta un 51% superior al de una empresa pequeña, mientras que un 23% más que el trabajador si está en una empresa mediana. Una total injusticia que con la crisis ha aumentado todavía más.
Adecco clasifica a las empresas en 3 categorías, dependiendo de su tamaño y organización. Por un lado, está la empresa grande (que muchas veces equivale a una multinacional, o filial de grandes empresas en nuestro país) y que tiene una facturación anual superior a 600 millones de euros.
La empresa mediana (la que más abunda en España, aunque en los últimos años hay un aumento de la pequeña empresa) suma entre 6 y 600 millones de euros, y la ya conocida pequeña empresa que tiene
una facturación debajo de los 6 millones.
El salario de los trabajadores depende del tamaño de la empresa y de las funciones que realicen. Porque, si bien no siempre sucede así, en las grandes empresas las tareas están más bien definidas y los horarios también, mientras que en las medianas y pequeñas los trabajadores se han convertido en personas polivalentes que a veces realizan tareas que realmente no les tocaría hacer.
En cuanto a las áreas con una mejor remuneración básica, se encuentran definitivamente los puestos directivos centrados en marketing, con salarios medios de 103.861 euros brutos anuales, y operaciones, con 89.788 euros. Unos puestos bien considerados que cobran mucho más que los propios directivos de las grandes empresas.