En esta crisis que todos tenemos encima hay algunos sectores que están sacando partido de ella. Es el caso del sector de la alimentación, y más en concreto, de las marcas blancas. Éstas no sólo han aumentado su facturación un 27,3% en el último año, según la consultora Nielsen, sino que han revolucionado al sector provocando una batalla entre las primeras marcas y ellas.
Esto ha provocado un repunte de la demanda de empleo importante por parte de los fabricantes de las marcas blancas, mientras que los de las primeras se han visto obligados a recortes de plantillas por el descenso del consumo de sus productos.
Los cambios de hábitos de los consmidores han cambiado. Está claro que todos hemos de recortar nuestros gastos y las marcas blancas, si bien no son las mejores del mercado, nos ayudan a ello.
Este sector es tan importante hasta el punto que son los grandes productores de las marcas blancas los que están salvando al mercado, generando más empleo en medio de la crisis. Así, las empresas que entre su target de productos tienen elaboración de marcas blancas han visto incrementadas su ventas, lo que ha provocado el refuerzo su plantilla con personal extra, bien por medio de las empresas de trabajo temporal, como por selección, e incluso han tenido que incrementar su consumo en formación para capacitar al nuevo personal.
Los que están perdiendo fuelle son, por tanto, los relacionados con las primeras marcas. La contratación temporal de los fabricantes de primeras marcas descendió en 2008 con respecto a 2007 un 19,9%, mientras la demanda de empleados por parte de los productores de marca blanca se mantuvo. Pero ha sido en 2009 cuando se ha producido un repunte importante de la contratación temporal en estas empresas.