Poco a poco, España está siendo un país de atracción laboral para toda clase de inmigrantes debido a las tasas altas de paro experimentadas en estos años. Y es que precisamente son los extranjeros no comunitarios los que más han sufrido el desempleo con una tasa del 30,79% frente al 20% de los españoles.
Son los marroquíes los que mayores porcentaje de desempleo han tendio, con cifras del 38,1% respecto a hace un año; los ecuatorianos lo hacen en un 12,4% , mientras que el colectivo colombiano aumenta su número de parados en un 19% respecto a 2009.
La situación está siendo muy complicada por todos los españoles, inmigrantes o no, y los trabajos que anteriormente no querían hacer los trabajadores españoles (relacionados con la hostelería o la construcción) y cubrían la mano de obra inmigrante, ahora son demandados por todo tipo de personas. Lo importante es trabajar.
La diferencia entre el número de extranjeros censados en los últimos años y cuando empezó la crisis empiezan a ser notables. Tal como apunta Randstad, entre 1997 y 2007 el colectivo inmigrante protagonizó el 72% del crecimiento de la población española.
En la actualidad, aunque su presencia sigue siendo bastante importante, representan poco más del 12% de la población española, tan sólo 0,20% que hace un año. Muchas personas inmigrantes están seriamente pensando en volver a sus países de orígenes o emigrar a lugares con mayor fortuna. Una idea que también hacen los españoles que cada vez más se van a trabajar a países nórdicos, donde la crisis no tiene lugar.