Desde luego dentro de la actual situación de paro juvenil resulta muy chocante cuando nos acercamos a aquellos jóvenes con altos niveles de formación y que sin embargo no encuentran empleo. Esto genera una especie de corriente en la cual parece que el nivel de formación no influye a la hora de obtener mayores posibilidades de empleo, algo que es totalmente inexacto.
Es cierto que existe un gran grupo de desempleados jóvenes con altas cualificaciones que no encuentran trabajo o que, no pueden encontrar ofertas de empleo orientadas hacia sus formaciones académicas, a lo que sumar el efecto de la llamada sobrecualificación, que viene a suponer el rechazo una candidatura de trabajo por un exceso en teoría de preparación general pero no particular sobre el puesto demandado.
Sin embargo como indicamos anteriormente esta sensación no resulta en absoluto correcta, a fecha de hoy la incidencia del desempleo entre jóvenes con formación superior resulta prácticamente un 30% menor que entre aquellos jóvenes que presentan sólo formación básica. Estos datos ya marcan desde luego la diferencia a la hora de entender que un grupo de jóvenes con mayor incidencia en la tasa de paro se corresponde con aquellos con menores niveles de formación, pero hay más.
Si atendemos a los datos de la tasa de ocupación, es decir, aquellos jóvenes que sí tienen un empleo, si sigue manteniendo e incluso aumentando esta diferencia por encima del 30%, es decir, los jóvenes con formaciones superiores presentan una tasa de empleo superior en más de un 30% a los que presentan un menor nivel formativo.
En definitiva, aquellas viejas máximas que vienen a decir que a mayor nivel de formación mayores posibilidades de empleo, son también perfectamente aplicables incluso en un entorno hostil para el empleo juvenil como el actual.
Pues las conclusiones de estge estudio siguen siendo de lo más dudosas
«En definitiva, aquellas viejas máximas que vienen a decir que a mayor nivel de formación mayores posibilidades de empleo, son también perfectamente aplicables incluso en un entorno hostil para el empleo juvenil como el actual.»
¿Eso quiere decir que encuentran trabajo según su formación académica?
Pues NO. A pesar de la sobrecualificación, sólo hace falta ver los currículos de los trabajadores de IKEA, o de otras grandes compañías similares, o de teleoperadores, para ver que están desplazando a los que habitualmente ocupaban esos puestos. Eran igualmente jóvenes, pero sin mucha formación. Deben pensar ¿para que tener a alguien con ESO si puedo tener a un Ingeniero o a un psicólogo por el mismo salario? Aunque sea para mover cajas.