Se trata de un tipo de currículum en el que se omite cierta información personal del trabajador, como su edad, su género, su raza o su situación personal, con el objetivo de evitar cualquier tipo de discriminación.
Si en una situación normal ya es complicado encontrar trabajo, ahora que nos intentamos estabilizar tras la crisis económica causada por la pandemia, parece una misión completamente imposible. No obstante, aunque no podemos negar que no va a ser una tarea fácil dado el alto volumen de tasa de paro, es el momento perfecto para innovar y actualizar el modelo de currículum que acostumbramos a presentar a las empresas.
El curriculum sorpresa o anónimo
Marcar una clara diferencia entre nosotros y el resto de candidatos, es la mayoría de veces el trampolín que necesitamos para conseguir el puesto de trabajo que deseamos. Esto se debe a que las empresas, que atienden a las demandas de los usuarios, cada vez se centran más en exigir a los candidatos la originalidad y creatividad como signos de identidad.
Por lo tanto, mostrar un currículum tradicional no va a conseguir el mismo efecto que redactar nuestra trayectoria laboral siguiendo los nuevos modelos de currículum que nos podemos encontrar actualmente, entre los que se encuentra el currículum anónimo. Sin duda alguna, esta opción se encuentra muy lejos de la manera en la que acostumbramos a redactar nuestros currículums, por lo que conviene tener en cuenta tanto sus ventajas como sus inconvenientes, antes de decidir si es la opción que mejor se adapta a nuestras necesidades.
En España el currículum anónimo no es especialmente popular, a pesar de que en muchos otros países se le tiene especialmente en cuenta. No son pocos los expertos que consideran que se trata de una opción de redactar cuanto menos interesante, ya que el seleccionador no se va a ver influido por ciertos datos personales del empleado.
Por ejemplo, hay empresas que suelen descartar rápidamente a mujeres que se encuentran casadas y son jóvenes, ya que pueden quedarse embarazadas y la empresa tendría que proporcionarles la baja por maternidad. Esto no ocurriría con un currículum anónimo, ya que el seleccionador se fijará solamente en las habilidades y la trayectoria profesional de la persona, sin tener en cuenta si es hombre o mujer, si es joven o viejo, etc.
La redacción del currículum anónimo
La forma de redactar un currículum de estas características no se encuentra tan lejos de la manera en que redactamos un currículo tradicional. Es decir, en ambos vamos a introducir datos como nuestra formación profesional, la experiencia de la que disponemos o los idiomas que dominamos.
Donde comenzamos a encontrar diferencias, es en los datos privados. En un currículum anónimo, los únicos datos personales que deben figurar son el número de teléfono del candidato y un correo electrónico que no contenga información personal en su nombre, como el propio nombre de la persona.
Además, en ningún caso nos encontramos ante la obligación de aportar más información personal al reclutador o a la empresa a la que queremos formar parte, y esto es algo que debemos tener claro para evitar un problema que desgraciadamente se da con mucha frecuencia, y es la llamada discriminación laboral. A pesar de que la las cifras de desempleo son alarmantes y no son pocos los trabajadores que se ven con la necesidad de aceptar cualquier tipo de puesto de trabajo, debemos tratar por todos los medios de condenar cualquier tipo de discriminación laboral hacia nuestra persona.