Cuando hablamos del IPREM, nos referimos al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples. Su uso es realmente diverso, ya que se puede utilizar para determinar si merece la pena o no conceder una subvención, así como para poder tener acceso a la ayuda económica por desempleo, o incluso deducir determinados elementos en nuestra declaración de la renta.
Es importante ser conscientes de que, de una manera u otra, dependemos de los indicadores para realizar la mayor parte de nuestras acciones, incluso a diario. Generalmente, los usuarios se limitan a conocer aquellos que más relevantes parecen, como pueden ser los impuestos.
Qué es el IPREM
Pero lo cierto es que hay muchos otros que también merecen ser conocidos y tenidos en cuenta por la población, como es el caso del IPREM. A pesar de que no es un tipo de indicador muy conocido, como ya hemos mencionado anteriormente, resulta determinante para poder realizar determinadas cuestiones en nuestro día a día.
Y es que podemos hacer uso del Indicador Público de Renta de Efectos múltiples como baremo para casi cualquier tipo de acción administrativa, como puede ser el paro, o investigar si tienes posibilidad de desgravar determinados elementos al realizar la declaración de la renta. Pero estos son solamente unos pocos ejemplos de todo lo que se puede hacer con ayuda de este indicador.
El origen del IPREM se remonta al año 2004, y fue creado con el objetivo de poder sustituir al Salario Mínimo Interprofesional, para pasar a ser el único índice de referencia para la obtención de diversas subvenciones. No obstante, dicho objetivo no se ha podido cumplir en su totalidad, ya que el SMI es necesario para poder establecer el sueldo por jornada legal y efectiva en nuestro país.
Por otra parte, cabe destacar que el Salario Mínimo Interprofesional también se utiliza en numerosos ámbitos profesionales, como por ejemplo para los contratos de formación, así como para las cantidades a percibir del Fondo de Garantía Salarial, etc.
Que el SMI continúe teniendo diversos usos, no quiere decir que el IPREM haya fracasado como indicador, puesto que a día de hoy nos encontramos con ámbitos en los que es totalmente imprescindible para llevar a cabo determinadas operaciones.
Es probable que, ante el desconocimiento sobre lo que es realmente este indicador, no sepamos realmente todos los usos que se le pueden dar, que son muchos y diversos. Para ello, te mostraremos una serie de ejemplos en los que necesitarás hacer uso del IPREM.
Para qué se necesita el IPREM
Se necesita el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples para: calcular la indemnización mínima por despido, para fijar las prestaciones sociales, para determinar el importe que se puede recibir en la prestación por desempleo contributiva, para calcular el importe que se puede recibir en el subsidio por desempleo, para calcular el importe que se puede recibir en la renta mínima de inserción, para calcular el importe que se puede recibir en la renta agraria, etc. También se utiliza en el sector educativo para considerar las becas de estudio, de formación, y para cualquier proceso de formación en línea que sea subvencionado.
Cuando hablamos del IPREM, nos referimos al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples. Su uso es realmente diverso, ya que se puede utilizar para determinar si merece la pena o no conceder una subvención, así como para poder tener acceso a la ayuda económica por desempleo, o incluso deducir determinados elementos en nuestra declaración de la renta.