A pesar de los buenos datos de empleo de las últimas semanas y meses está bastante claro que España no volverá al nivel de empleo que tenía en 2007 al menos hasta 2020.Y en todo caso, esto se cumplirá siempre y cuando exista un crecimiento económico sin interrupciones y no existan demasiados problemas en el exterior, sobre todo en la Unión Europea, que provoquen problemas indirectos en España. ¿Por qué esto es así?
Simplemente tenemos que pensar que si se mantiene el crecimiento económico previsto para este año y los posteriores, aproximadamente un crecimiento del 3% del PIB y del nivel de empleo podemos calcular que habrá unos 500.000 empleados más cada año. Si ahora tenemos 17,57 millones de trabajadores y en 2007,el último año antes de la crisis, hubo un total de 20,57 millones de empleados, entonces no se alcanzará esa cifra hasta 2020.
Para ello la economía española debe comenzar a aumentar tanto el consumo privado como la inversión pública y privada. Hay que tener en cuenta que el nivel de consumo depende de la renta que tenga disponible cada familia y por ahora ésta no ha mejorados sustancialmente.
También hay que tener en cuenta que algunos de los motores económicos que llevaron a España a la cifra de trabajadores de 2007, por ejemplo la construcción o el sector público, es bastante complicado que se vuelvan a reactivar, al menos, con la misma fuerza de entonces. Desde 1998 a 2007 el 20% de los nuevos puestos de trabajo provino de uno de estos dos motores. Ahora con las deudas de las familias y la reducción del gasto público es imposible que vuelva a ocurrir lo mismo.
Aunque se prevé que los 2 o 3 próximos años sean bastante buenos tanto en crecimiento como en creación de empleo, debido al bajo nivel desde el que se viene en ambos puntos, también hay que tener muy claro que ambos son insostenibles en un plazo más largo de tiempo.
Un punto en el que coinciden muchos expertos es que la tasa de paro bajará a mayor velocidad que el crecimiento del empleo. Esto que puede resultar bastante extraño se explica por el perfil demográfico que tiene ahora mismo España, con poca inmigración y nacimientos, por lo tanto, poco crecimiento de la población en edad de trabajo hará que la tasa de paro descienda, por ejemplo a niveles del 8% en 2018 como indicaba Cesar Alierta la semana pasada.